El HAMR: un nuevo enfoque para el almacenamiento de datos
Por lo general, el calor y la electrónica no son los mejores compañeros.
Incluso el calor y algunos materiales magnéticos, como los imanes de neodimio son enemigos declarados.
Sin embargo, una nueva tecnología está siendo desarrollada para la próxima generación de dispositivos de almacenamiento, conocida como HAMR (las iniciales están en inglés), siendo que esta tecnología está rompiendo paradigmas.
La tecnología se anuncia como revolucionaria y podría aumentar significativamente la cantidad de datos que se pueden almacenar en un disco duro mediante el aumento de la densidad de almacenamiento.
¿Cómo funciona una unidad de disco duro?
Una unidad de disco duro de grabación magnética normal funciona magnetizando una película delgada de material ferromagnético en un disco.
La película, incluye cientos de pistas y sectores, donde cada pista puede ser visualizada por un anillo concéntrico y cada sector es una sección de un anillo.
Cada sector tiene muchas células magnéticas individuales diminutas que están magnetizadas por las unidades de cabeza de lectura / escritura cuando los datos se escriben en la unidad.
Cada escritura al magnetizar un número de estas células en una secuencia de direcciones, norte o sur. Los datos se leen a continuación, desde el disco mediante la detección de las transiciones en la dirección de magnetización de célula a célula.
Como la densidad de almacenamiento de las unidades modernas continúa creciendo a un ritmo impresionante, pronto los bits de datos tendrán que ser tan pequeños que serán magnéticamente inestables.
Esta nueva tecnología podría extender de manera significativa la capacidad de las unidades modernas que utilizan cabezas magnéticas para leer y escribir datos digitales en discos giratorios.
Los láseres y los imanes de neodimio son la clave
La solución es el uso de un medio magnético más sustancial y estable.
Sin embargo, los dispositivos actuales no son capaces de escribir a tales medios. La grabación magnética asistida térmicamente evita este problema mediante el uso de un haz láser altamente enfocado para calentar la célula exacta en la que se registran los datos.
Cuando se calienta la celda magnética que se está grabando, este se reduce por lo que es más fácil cambiar la dirección de su magnetismo, esencialmente haciendo cada célula más fácil de utilizar.
Tras el proceso de escritura de las células, estas se enfrían rápidamente, permitiendo el bloqueo de los datos escritos en su lugar.
La HAMR permitirá a los fabricantes incluir aún más bits de información y células magnéticas individuales en las unidades de disco duro. Esto podría dar lugar a densidades de almacenamiento tan grande como 50 terabits por pulgada cuadrada y 20 TB de discos duros para el año 2020, de acuerdo con la compañía que dirige la investigación.
Todo parece indicar que es cuestión de pocos años para que el usuario común tenga acceso a este hito de la tecnología y que sin duda podemos contar entre las mayores innovaciones de esta última década.
Mientras tanto, se continúan realizando pruebas para medir su factibilidad en el mercado mundial.
Este salto de calidad se espera que mejore el tránsito de información y el almacenamiento.